Transcripción de la Intervención del concejal Manuel Sarmiento, noviembre 20 de 2016

Peñalosa utiliza los recursos públicos para promover los grandes meganegocios. Peñalosa no promueve los buenos negocios en la industria, el pequeño y mediano comercio y el agro, y en cambio se va contra ellos. Poco o nada en materia de formalización laboral en el Sector de Desarrollo Económico. Baja ejecución y metas muy bajas en varios programas del Distrito. Distrito debe responder si va a entregar el sendero peatonal de Monserrate a un gran negociante.

Me propongo hacer varias preguntas a los funcionarios aquí presentes. Como ustedes saben, he venido criticando a esta Administración, porque a Peñalosa le encanta utilizar los recursos públicos para promover grandes mega negocios con mega contratistas, grandes negocios que le hacen mucho daño a Bogotá. Un ejemplo, las Alianzas Público-Privadas, que son negocios de privatización. Otro, las concesiones de TransMilenio, mega negocios que no desarrollan la ciudad y que además empobrecen mucho más a la gente para enriquecer a unos cuantos monopolios y oligopolios.

Peñalosa, contra los buenos negocios que benefician a la ciudad

En contraste, como lo planteé en las discusiones del Plan de Desarrollo, el alcalde no promueve los buenos negocios para la ciudad, los que generan mucho más valor agregado, mucho más empleo, más desarrollo, no solamente económico, sino también del conocimiento y de la ciencia, negocios como la industria, la producción agrícola, el pequeño y mediano comercio. Por el contrario, se va en contra de ellos.

Tal situación está reflejada en el Presupuesto para el 2017. En el Sector de Desarrollo Económico sucede algo inaudito. En términos reales, teniendo en cuenta la inflación, habría un decrecimiento del presupuesto del 0.74% para todo el sector. Y aprovecho de paso para solicitar a todos los secretarios que en las presentaciones del presupuesto incluyan las variaciones año a año, no solo en términos nominales sino también en términos reales. De esa forma podemos los concejales hacer análisis mucho más detallados y precisos de cómo va evolucionado el presupuesto de Bogotá en cada uno de los diferentes sectores.

En cerca de medio punto porcentual cae también el presupuesto de inversión en todo el Sector de Desarrollo Económico, y esto en medio de la crisis económica que está viviendo el país y que cada día se agudiza más, y que por supuesto impacta a la capital de la República. Algo inaceptable. Lo que estamos viendo en distintas cifras e índices, como lo menciónó el concejal Róger Carrillo, es un aumento del desempleo en Bogotá. Eso debería llamar la atención del alcalde Peñalosa, pero él está dedicado a gerenciar los grandes negocios y poco le importa este tipo de situaciones.

Poco o nada en materia de formalización

En lo relacionado con el funcionamiento del Sector de Desarrollo Económico, tengo varias preguntas: ¿qué se va a hacer para formalizar las plantas de personal? Porque en las entidades que hacen parte del Sector de Desarrollo Económico hay un grado alarmante de tercerización. En la Secretaría de Desarrollo Económico, por ejemplo, hay 55 funcionarios de planta y 80 contratistas, vinculados mediante contratos de prestación de servicios. Pero resulta que la inmensa mayoría realiza funciones misionales y permanentes y debería estar incluida en la planta de personal.

En el Instituto Distrital de Turismo hay 30 trabajadores en la planta permanente y 125 contratistas, según cifras del pasado mes de agosto. Puede que hayan variado un poco. Vuelvo y pregunto, ¿qué se va a hacer para formalizar y ampliar esas plantas? Porque también están aumentando, como muchos concejales ya lo han planteado, los gastos de funcionamiento en lo que tiene que ver con gastos de personal.

En el IPES, hay 94 trabajadores de planta y 199 contratistas. ¿Por qué aumentan los gastos de funcionamiento y en especial el de servicios personales indirectos, que crece la medio bobadita del 3.717%? ¿Son contratos de prestación de servicios que van a aumentar en esa proporción? Lo pregunto a los señores y señoras funcionarias aquí presentes.

Gerencian contra la industria, los pequeños y medianos comerciantes, los mercados campesinos y  los vendedores informales

En lo relacionado con la inversión, ¿cuántos recursos se les van a destinar a los mercados campesinos? Pido que se me dé una cifra exacta, porque eso está englobado ahí en otra partida general y no se especifica. Pero también me gustaría que me aclararan cuáles van a ser las metas concretas en mercados campesinos, porque en la actualidad poco a poco los han venido desmontando. Aquí vino el alcalde Peñalosa a echarse un discurso diciendo que quería mucho a los campesinos, que él adoraba a los campesinos, y después su Plan de Desarrollo derogó el Acuerdo que institucionalizaba los mercados campesinos en Bogotá. Las organizaciones de los mercados campesinos lucharon, protestaron y lograron eliminar el artículo que derogaba dicho Acuerdo.

Pero este año la política de Mercados Campesinos fue un rotundo fracaso. No solo se violó la fecha en la cual se debía hacer el mercado campesino en la Plaza de Bolívar, sino que resultó un fiasco comparado con lo que se venía haciendo antes. Antes participaban alrededor de mil personas, y en este año, de acuerdo con las cifras, solo 250. ¿Cuánta plata y exactamente qué es lo que va a pasar entonces con el programa? De acuerdo con los estudios hechos por organizaciones como Oxfam, los mercados campesinos han sido fundamentales para mejorar el ingreso económico de los campesinos no solo de Bogotá, sino también de las regiones aledañas, y además para que los bogotanos, como consumidores, accedamos a alimentos de bajos precios y de excelente calidad.

Frente a las plazas de mercado me llama mucho la atención que en el IPES haya una partida para un programa llamado “Fortalecimiento del Sistema Distrital de Plazas de Mercado, Administración y Fortalecimiento del Sistema Distrital de Plazas de Mercado”. El programa tenía un presupuesto de $14.329 millones de pesos, pero en 2017 bajará a $12.752 millones de pesos, o sea, una disminución en términos reales de 16%. Quisiera preguntarles por qué disminuye el presupuesto para este tipo de programas, y llamo de paso la atención sobre cómo se están ejecutando esos recursos. Hay fijada una meta, que es el número de espacios comerciales formalizados en las plazas de mercado. Para el año 2016 la meta era de 378 espacios y la ejecución, de acuerdo con lo que nos dicen en el Proyecto de Presupuesto, va apenas en 14. De 378 proyectados, apenas van 14, y para el año 2017, la meta también es de 378 espacios formalizados en las plazas de mercado. A este ritmo no van a cumplir ustedes la meta de 1.890 espacios comerciales formalizados que tienen fijado para este cuatrienio. Así es como cumple el Gran Gerente con mayúsculas las promesas hechas en la campaña electoral. La Gran Gerencia de que tanto se cacarea no aparece por ningún lado. Lo que muestran las cifras es una mediocridad absoluta.

En lo que tiene que ver con los vendedores informales, que han recibido bastante garrote este año por parte del alcalde Peñalosa, también se aprecia una disminución considerable en el programa “Generación de Alternativas Comerciales Transitorias para Vendedores Informales”. El año pasado ese programa tenía $15.452 millones y este año baja a $12.776 millones, una disminución en términos reales del 22%. Entonces, mientras Peñalosa les da garrote a las gentes humildes desalojándolas de toda la ciudad y violando las sentencias de la Corte Constitucional, disminuye los recursos para darles diferentes alternativas de ingresos a miles de personas que han tenido que acudir a estas prácticas del rebusque por el modelo económico imperante, el neoliberal, empecinado en destruir el empleo formal. Hay otra meta que me llama la atención. Se refiere al número de Alternativas Comerciales Transitorias para Vendedores Informales, relacionada directamente con esta partida que se va a reducir. Para el año 2016, la meta era de 378 alternativas, pero hasta el momento van ejecutadas tan solo 123. Para el año 2017 tengo una pregunta, porque aparece una enorme inconsistencia: la señora encargada de la Secretaría Distrital de Hacienda anunció que la meta para el año 2017 eran 775 alternativas. Sin embargo, en el Proyecto de Presupuesto aparece como meta 378. Hay una diferencia, no sé si fue que se equivocaron en la presentación o en el escrito del proyecto de presupuesto.

Otra pregunta, ¿qué políticas hay para la industria bogotana? La industria es un sector fundamental que genera una gran cantidad de empleos. Además, la industria bogotana representa el 20% del PIB industrial de todo el país, o sea, una quinta parte, cifra nada despreciable. Pero también la industria bogotana ha caído en una crisis terrible por el modelo económico. En los últimos cuatro años, Bogotá ha sufrido un decrecimiento en la producción industrial. Este año ha presentado una leve recuperación, bastante mediocre, apenas de 1% en el primer semestre de este 2016. Aun así, el nivel de producción de este año ni siquiera ha alcanzado los registrados en el 2006.

La bancada del Polo Democrático Alternativo planteó en las discusiones del Plan de Desarrollo que se tomaran desde el gobierno distrital medidas de promoción y protección de la industria bogotana, en especial, al calzado del Barrio El Restrepo, a la industria farmacéutica, a la industria de los textiles y de las confecciones, desarrollando políticas como las de promover las compras públicas, como ocurre en muchos países. De eso no quedó nada aquí en el proyecto de presupuesto.

Aparece por ahí una meta llamada Capacitación de Empresas Exportadoras, y de nuevo los invito a mirar las cifras. La meta en el año 2016 era de 15 empresas y llevan cero. Una meta de 15 entre no sé cuántas unidades productivas existentes en Bogotá, miles, y “la gran meta” de capacitación a empresas exportadoras establecida por el Gran Gerente para el año 2017 ¿saben cuál es? 20 empresas. ¡No, señores de la Gran Gerencia, mejor ni la pongan, porque la gente se va a burlar de ustedes! 20 empresas para exportar entre la inmensa cantidad de empresas que hay en Bogotá.

¿Y qué políticas hay para proteger a los pequeños y medianos comerciantes de la competencia desleal con que los vienen arrinconando grandes compañías y transnacionales como D1, o Justo y Bueno, o los Éxitos Exprés? Todas estas exprés están llegando a los barrios con precios bastante bajos, porque manejan una economía de escala, e irrumpen a quebrar a los pequeños tenderos, a los pequeños comerciantes. Frente a este flagelo, ¿la Administración Distrital tiene alguna política? Aquí en el proyecto de presupuesto no veo ningún programa dirigido a los pequeños comercios, que para colmo van a salir muy golpeados con la Reforma Tributaria del presidente Santos y de la ministra Clara López, pues promueve un nuevo impuesto para los pequeños comerciantes, el monotributo, una monstruosidad peor incluso que el ICA en estas condiciones.

Hay otro programa, lo mencionó el concejal Forero, Tenderos y Comerciantes Capacitados, que busca capacitarlos en contabilidad, y la meta para el año 2016 era de 180 pequeños tenderos y pequeños comerciantes capacitados. ¿En qué va el Gran Gerente, sí lo adivinan? Otra vez en cero de ejecución. De 180 va en cero, o sea, está en nada, y para el próximo año contempla una meta de 2.000, una gota en medio del mar frente a la enorme cantidad de comerciantes y pequeños comercios existentes en Bogotá.

Para la Directora del Instituto Distrital de Turismo, dos preguntas sencillas: primero, ¿qué va a pasar con los comerciantes de Monserrate? Ahí hay unos restaurantes que uno podría decir que son de lujo, pero también hay una gran cantidad de pequeños comerciantes, artesanos, pequeños restaurantes de comida típica y fritanga. Esos compatriotas llevan ejerciendo esa actividad por más de cuarenta años. Su Asociación logró llevar incluso el agua potable a la cima del Cerro de Monserrate. Ellos hicieron por su cuenta un acueducto comunal que ha venido funcionado supremamente bien. Hoy están prácticamente quebrados, porque la autoridad les cerró el camino peatonal y no ha ejecutado bien y a tiempo las obras. La Gran Gerencia con mayúsculas del alcalde Peñalosa no ha sido capaz siquiera de solucionar el problema de un pequeño sendero peatonal y está perjudicando en proporciones gigantescas las ventas de esos comerciantes.

¿Qué va a pasar con el sendero peatonal? Así como lo denunció el concejal Nelson Castro, hay rumores sobre su posible privatización. También se habla de una posible Alianza Público-Privada para que un privado lo maneje. Quisiera una respuesta muy precisa sobre este tema: ¿el sendero se lo van a entregar a un particular para que sea administrado por alguno de estos negociantes de las privatizaciones?

Estos pequeños comerciantes están amenazados ahora por una nueva arbitrariedad, anunciada en los medios de comunicación, y es que el Gran Gerente va a acabar con todos los locales comerciales en el Cerro de Monserrate. Esos locales comerciales son atractivos para el turismo, señora secretaria.

Otra pregunta para el Instituto Distrital de Turismo. El proyecto de presupuesto 2017 que nos presentaron dice que los recursos para sueldos de personal van a disminuir en 15%, para los trabajadores de planta, se entiende, porque para los contratistas son honorarios, un rubro distinto. Me gustaría saber, ¿por qué? ¿Será que se avecina un despido colectivo o una reestructuración de la planta de personal del Instituto Distrital de Turismo, es decir, una masacre laboral? Porque aparece en el proyecto de presupuesto una disminución del 15% en ese rubro y quisiéramos saber entonces si ya hay que ir preparando las luchas para evitar esa reestructuración y esos despidos masivos.

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