Tribuna Magisterial, Bogotá, marzo 8 de 2017

Conmemoramos el día internacional de la mujer en medio de una arremetida del Gobierno Santos contra los colombianos: la reforma tributaria con el aumento del IVA, el inicuo ajuste del salario mínimo que devengan millones de trabajadores, la expresa negativa del presidente de la república de sancionar la ley que reconocía los derechos laborales de las madres comunitarias y ahora la amenaza de una reforma pensional y una a los subsidios que borran de un tajo importantes derechos, en tanto el país presencia indignado la corrupción en que se regodean tanto la Unidad Nacional de Santos como el Centro Democrático de Uribe.

Dichas políticas gubernamentales se agravan para las mujeres dadas la discriminación laboral y salarial, la desigualdad social y cultural y la carga excesiva de trabajo doméstico. A ello se suma el recrudecimiento de la violencia física y sicológica contra las mujeres, el acoso laboral y la falta de garantías para ejercer su autonomía.

Las maestras, que son el 74% de los docentes, sufren con el aumento de la jornada laboral, el hacinamiento en los colegios, los bajos salarios y la falta de tiempo para compartir con sus familias y adelantar con condiciones favorables su preparación académica. Los decretos expedidos por el Gobierno sobre jornada única, tipos de empleos e ingreso a la carrera docente hacen aún más precarias  sus condiciones laborales y de vida. El aumento de los casos de enfermedades relacionadas con el estrés muestra las lesivas condiciones.

Motivos más que suficientes hay para que las mujeres se unifiquen y movilicen con la inmensa mayoría de la sociedad para enfrentar la política santista y reivindicar sus derechos. Las maestras colombianas unidas con sus compañeros darán la batalla por el pliego de peticiones.

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